La economía es sentipensar en acción:
Expresa la capacidad social de generar valor útil para sustentar nuestra vida cotidiana. Refleja cuáles son las necesidades que percibimos y cómo las atendemos. Manifiesta los valores, creencias y conocimientos individuales y sociales en todas sus dimensiones.
Es evidente que hay cambios por gestionar en el sentipensar-hacer individual y social, en todos los ámbitos de actividad, para dar lugar a una economía amable con las personas y el medio ambiente. Una economía pensada desde la abundacia y para la abundacia, que podría sintetizarse así:
La cultura, la sociedad, la economía, la política, cualquier actividad responden a patrones organizacionales. En esos patrones toma forma nuestro mundo personal, familiar. Podemos reconocerlos, cuestionarlos, transformarlos y orientar nuestro proceso evolutivo para la emergencia de mejores realidades.
Actualmente vivimos por debajo de las posibilidades que ofrecen los conocimientos y tecnologías disponibles. Nuestra consciencia y capacidad de aprendizaje ha evolucionado de un modo que ahora nos permite evolucionar conscientemente: somos protagonistas de un cambio de época.
Vivimos en un mundo con complejidad e incertidumbre creciente
Es un desafío lleno de oportunidades
Las posibilidades son inéditas.
Es un momento delicado
La pregunta clave es:
¿Hacia qué horizonte caminamos?