Ushuaia – la ciudad más austral

Las “Conversaciones del Extremo Sur” constituyen la versión latinoamericana de las tradicionales “Conversaciones de Fuschl”, que desde hace décadas, mantiene la comunidad sistémica, cada dos años, en Austria. Dado que ofrecen experiencias de encuentro científico y humano particularmente enriquecedoras, es que varias instituciones académicas se han unido para que tengan lugar en esta Región del planeta.
El tema convocante fue: “A través de las disciplinas y de las generaciones”.
Participé en el Grupo de “conversantes” que intercambió en torno a las preguntas:
¿Qué entendemos por “a través de las disciplinas y de las generaciones”? ¿Cómo lo aborda cada uno de nosotros? ¿En qué ámbitos, porqué y para qué?
Y aquí comparto la síntesis de los cuatro intensos días vividos en Ushuaia:
El recorrido interactivo se inició con la presentación de sí mismo de cada integrante, en la que los demás identificaron una frase representativa de su particular sentipensar-hacer en relación a esta convocatoria para generar conocimiento compartido. Y este expresarse individual en el momento de partida, fue tanto un modo elegido como un modo emergente, es decir propuesto por la Coordinadora y aceptado por el Grupo, y con el que cada quien aportó su tizón para encender “el fuego” de la conversación.
En las jornadas que siguieron se transitaron momentos de hermanado encuentro, y momentos de impaciencia y exasperación, y finalmente se arribó a una “concelebración” del sentimiento compartido de agradecimiento por la diversidad de sentipensares que se entretejen y recrean en la “gran trama” humana de pasado-presente-futuro.
La “Tierra del Fuego” albergó y nutrió el proceso. En su contexto socio-histórico-natural particular, la labor del Grupo logró iluminar matices de la trama inter-transgeneracional humana que viene siendo y renovándose en este planeta y más allá: una urdimbre que entreteje lo que ha sido, lo que es, y lo que quizá sea. Y por eso, como un modo de dar voz a lo que parece estar ausente, el Grupo rescató algunos aportes del Planteo Inicial de una integrante que no pudo participar personalmente.
En el transcurso de las conversaciones, se alternaron trayectos de actividad y de pausa, de reflexión individual y en grupo, espacios al abrigo con recorridos al aire libre que incluyeron caminatas de apreciación del paisaje y de las particularidades del contexto. En esas alternancias, los puntos de vista se vieron provocados. Por ejemplo, por las aguas frías espejando los bosques, construcciones y montañas de los alrededores; por la toma de conciencia de las coordenadas terrestres por estar situados bajo un cielo desusado, justo debajo de la “Cruz del Sur”; por el simple hecho de dedicar unos segundos a sentir el flujo de la propia respiración, y otros más.
Con el correr de los días se evidenció un compromiso tangible y una riqueza en diversidad, lo que facilitó el surgimiento de un conocimiento nuevo en los integrantes del Grupo, en los lugares que anduvieron, en los movimientos que realizaron, en las huellas que abrevaron y en las que dejaron. Cada quien vivenció y reconoció, a su particular modo, algunas facetas de la intrincada trama biohistórico-social a la que pertenece: la de la especie humana desde su aparición en el planeta.
Cada integrante se esforzó por nutrir al Grupo con sus interpretaciones y saberes, y por su apertura a la escucha. Ello facilitó que se gestara un conocimiento multidimensional cuyo componente sentimental constituye el logro conjunto más destacable. Se trata del agradecimiento hacia el legado de innumerables huellas que exceden la capacidad de reconocimiento de todo el espectro de sus matices y componentes. Tal legado es una presencia sutil que nos constituye íntimamente como persona-sociedad-especie.
El agradecimiento hacia esa presencia sutil llevó a los integrantes del Grupo a expresar su compromiso por mantener vivo “el fuego encendido”. Y esto quiere decir, que cuando los ecos de las conversaciones se hayan silenciado y cada quien se encuentre otra vez inmerso en las corrientes de su cotidianeidad, navegando las vorágines que amenazan con relegar al olvido las vivencias, aún las más significativas, permanecerá la esencia de lo vivido. Y se confía que esa esencia alumbrará, a cada instante, el propio legado que resulta de cada sentipensar-hacer.
Tal compromiso, en sí mismo, representa tanto la toma de conciencia lograda acerca de esa “gran trama” a la que pertenecemos, como el conocimiento generado en el Grupo: las vivencias compartidas y los conceptos expresados y escuchados. Los hilos que entretejen a (todas) las generaciones son sutiles y fuertes, y lo que atraviesa las disciplinas es un conocimiento en común, que además está más allá de ellas.
El Informe completo se encuentra en proceso de elaboración y será publicado oportunamente en un espacio apropiado.

2das. Conversaciones del EXTREMO SUR – Ushuaia